VOLUNTAD GENERAL EN LA REGLAMENTACION SUPUESTA DE LAS CASAS DEL ESTUDIANTE

LA VOLUNTAD GENERAL EN LA REGLAMENTACION SUPUESTA DE LAS CASAS DEL ESTUDIANTE.

 

Hemos amanecido hace días con una noticia que nos impacta y nos intriga, que nos desconcierta y nos absorbe, la posible reglamentación de las casas del estudiante, es algo que nos ha llevado a el más grande grado de estrés, que jamás habíamos pensado, bueno eso solo lo puedo decir por algunos que entienden verdaderamente la problemática, y comprenden que si esto que supuestamente se aprobó, pero que  en realidad fue una manera tramposa y artera  de imposición, se llega a dar dentro de nuestros albergues estudiantiles, sería como desprendernos, arrancarnos, desmembrarnos la parte más esencial de un morador, es la raíz, sí, la raíz, esa que se entraña con nosotros desde que llegamos a estos recintos, es quitarnos de tajo nuestra identidad, lo que nos ha definido como seres humanos por largo o corto tiempo, lo que le da sentido a nuestras vidas en este momento. Al  pensar y meditar muy bien esto, caeríamos  en una sola afirmación, la de ser unos árboles flotando, pero cayendo continuamente por que ya no tendríamos sentido, pues seriamos seres sin raíz, sin una ideología que amparara nuestras acciones, sin algo que nos sostuviera, y que nos fuera llevando continuamente por el camino de la historia.

 

¡Nos imponen un reglamento!, ¡que no es el nuestro!, ¡porque nosotros tenemos uno!, ¡no necesitamos ese reglamento!, con esto violan una autonomía que tenemos como casas del estudiante, una autonomía que se ha ganado de lucha y muerte, y estos personajes, que se hacen decir defensores de la conciencia y de la educación del pueblo, quieren venir a quitarnos todo lo que tenemos con algo que se llama violencia institucional, porque aun que no nos golpeen a puño cerrado y se puedan ver nuestras heridas y nuestra sangre, si están matando dentro de nosotros, algo que es propio de la juventud y del ser humano, nuestra libertad, nuestro libre pensar; quieren que ya no nos manifestemos, quieren que estemos cayados, quieren limitar nuestras potencias más profundas, se acercan como colonizadores extraños, para ponernos las cadenas del esclavismo y de la represión; pero aquí la pregunta más importante hacia todos nosotros es: ¿dejaremos que nos arranquen eso que nos han heredado, que nos define como seres con raíz en esta tierra, y que además se puede heredar a muchas otras generaciones?

 

Este es el llamado, como el grito desesperado de Oslo, a la conciencia de todos nosotros, que nos dejemos de corruptelas, de malos vicios, de malos pensamientos, y pongamos todas nuestras capacidades en un mismo objetivo, la sobrevivencia de nuestras casas del estudiante, porque son nuestras, nuestras y del pueblo, protejámosla como a nuestra madre, ¿Quién no protegería a su madre?, que al fin y al cabo cumple la misma función, nos protege, nos da un techo, nos alimenta, nos aconseja, nos da reglas para vivir mejor, con nosotros y con el mundo que nos rodea, nos da educación, nos forma como hombres preparados para la vida, ¿que no es digno todo esto de una supervivencia?

 

El titulo de este escrito dice: “supuesta reglamentación de las casas del estudiante”, se define así por que realmente es así, podrán habernos impuesto un reglamento, pero todavía falta que nosotros lo avalemos, y tenemos ese derecho porque vamos a ser nosotros los que vivamos con él, y no las autoridades universitarias, si nosotros decidimos que ese reglamento no es para nosotros lo podemos desechar; aun que si lo pensamos mas a profundidad, las casas no fueron formadas por la universidad, sino que fue a base de la lucha de los estudiantes, de los estudiantes del pueblo, y solo el pueblo tiene derecho a reglamentarnos.

 

El pueblo,  ( tomando en cuenta que no todo el pueblo se conforma por habitantes de Morelia), el proletariado, le da soberanía a los jóvenes que dirigen a las casas del estudiante, y también a los que habitan dentro de ella, si en dado caso que los estudiantes no pudiéramos mantener la estabilidad de nuestros albergues, y no quisiéramos luchar por su no destrucción, que es lo que quieren hacer, si y solo si no quisiéramos luchar, la soberanía debe devolvérsele al pueblo, que el pueblo tome el control de ellas, que el mismo las proteja, si nosotros no somos capaces de hacerlo, como en aquellas fechas del 28 de abril que todos recordamos, que ellos depuren, porque la depuración hace que una organización sobreviva, como bien lo decía Lenin, pero no las autoridades universitarias ni el estado.

 

Ahora la reflexión para todos nosotros estudiantes moradores de una casa del estudiante: ¿en verdad no tenemos la capacidad, el coraje virtuoso, la voluntad, la beatitud, para defender aquello de lo que depende nuestras vidas, vidas pasadas y las del porvenir?.

 

 

 

……..Honorable casa 2 de octubre…vjc…kiek ut.